Una realidad de ensueño

Piedra angular de mi cuerpo eres
haces de ti mi santuario eterno,
donde me apoyo en mis necesidades
en mis fantasías, ilusiones y libertades.

Tu alma siempre esta a mi lado en sacrificio
firme como junco que no doblega el viento,
buzón eres de mis preguntas y dudas,
aplacando mis lamentos y ansias.

Impresa en la retina de mis ojos quedaste
grabada en mi memoria, como fuego candente,
penetrando en mi onírico desierto
soñando en fantasías, sin verme despierto.

Era al verte como respirar aire purificado
hinchando mis pulmones de savia fresca,
que hoy todavía no entiendo, y me pregunto;
si era un despierto adormilado....................
o un hermoso estado somnoliento.