miércoles, 4 de noviembre de 2009

¡Salve, Impostores¡



¡Salve, Reyes y principes celestiales!.

Del útero de vuestra madre nacisteis
sangre roja, no azul tuvisteis,
buena prebenda percibisteis
por ser intocables hijos
del todopoderoso don dinero,

¡Dios de bienes mundanos eternos!

Una bula habéis firmado,
vuestro cuerpo;
a cambio de los bienes mundanos,
el poder;
vendiendo vuestro espíritu al diablo.


¡Salve, Emperadores, Tiranos y dictadores!.

La oscuridad ha tomado vuestro trono,
el clamor de vuestra sangre derramada
clama odios y venganzas.

Desde la antigua Roma,
hasta el tercer Reich,
habéis derramado vuestras copas de iniquidad,

¡los que ya murieron por vosotros, os saludan!,

desde sus tumbas,
desde su infierno de penas y lamentos.


¡Ojos llenos de cólera os esperan!.

¡Claman justicia!.

¡Claman vuestras cabezas!.

¡Lloran la pérdida de sus hijos!,

derramando ríos de lágrimas,
por su pasado, su presente y su futuro,
al que nunca accedieron,
gracias a vuestros impuestos,
a vuestros impuros actos,
a los hurtos,
saqueos,
guerras,
condenas y sentencias de muerte.

Todo por un capricho desmedido,
por una potestad que nadie os dio,
os la otorgasteis vosotros,
a costa de la inocencia del pueblo,
de sus enfermedades y su hambruna,
sumiéndolos en la oscuridad
de la incultura.


¡Salve a todos vosotros!.

El averno os espera impaciente,
vuestros contratos han expirado
y se os reclama el pago pendiente.

Ahora nadie os levanta la mano,
nadie os saluda a vuestro digno...paso,
la sangre del húmero esta desbordada
por vuestras calamidades.


Reinando como lobos entre ovejas
durante milenios,
se os han caído las caretas...
el rabo....y las orejas.


¡Salve, impostores!.

Un último saludo...
a tantos malechores.

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