Podríamos viajar a Marte

Grandes luchas se presentan
en el presente inerte de espiritualidad,
grandes debates por la posteridad.

Dejamos a nuestras generaciones venideras
luchas fanáticas, plagas nuevas,
economía sumergida, al igual que están
nuestros valores haciendo aguas.

¿Pero nos preparamos para colonizar la Luna
y viajar a Marte?.

Si llevamos los signos de una humanidad decadente
escritos en la frente, como luminosos parpadeantes,
siendo tan perceptivas nuestras viles intenciones
que no lograríamos convencer ni al más tonto
de los extraterrestres que nos pudiéramos encontrar
perdido en nuestro sistema solar.

Hay que colonizar nuestra mente primero;
de sabías intenciones,
de pensamientos elevados y altruistas,
de sentimientos hermanados con todos,
todos.......los seres humanos.

Hay que contactar con nuestro yo más interno,
esa chispa cósmica de la que estamos fabricados
allende del infinito estelar,
y que poco utilizamos en los demás,
ni tan siquiera en nosotros mismos.

En los albores de nuestra humanidad
seres llegados de otras estrellas
dejaron su huella (para el que lo crea),
ayudando en el paso al siguiente eslabón
de una cadena infinita de posibilidades
en nuestra inevitable evolución.

¡Sí!,
iremos a Marte,
igual conseguimos salir del sistema solar,
y contactar con otros hermanos cósmicos,
pero seremos seres primitivos a su costado,
parcos en sabiduría y moralidad,
seremos el chimpancé que a todos cae en gracia
por las monadas que hace,
primitivos entes ante una superioridad
moral, mental y espiritual.