martes, 7 de junio de 2011

El regreso


Regreso de gélidas oscuridades
donde las zarzas respiran las espinas
de un corazón gris y cansado,
donde mis pensamientos y sentimientos
se funden con las marismas
en pútridas ciénagas...
Mordazas insalvables de incautas y débiles mentes.

Regreso con el corazón mohíno;
atesorando como cristales de cuarzo
las diáfanas luces que me guían en mi destino,
¡pero las noto tan débiles!
que ni tan siquiera las recibo conscientemente,
dando siempre bandazos a contra corriente.

Un sendero lleno de espinas
penetran en mis pies descalzos,
un laberinto sin escape en esta vida
donde un corazón dolido como el mío
puede observar las tragedias de otros seres
como reflejo de mí mismo,
pues no soy más que uno de ellos
con las mismas búsquedas , gritos y lamentos
queriendo salir de este purgatorio...
Donde condenaron mi alma al encuentro con ella misma.

No siendo un viaje de vuelta tan solo,
puedes regresar a las oscuridades de donde partiste;
al menor atisbo de dejadez y apatía mental,
al menor síntoma de melancolía profunda,
la oscuridad siempre te espera...
Sabe que tarde o temprano regresas,
aunque en cada capa de tu alma
se quede impresa la experiencia,
lo que te permitirá salir algún día...
De las tinieblas... por ti creadas.

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