sábado, 10 de octubre de 2009

Tu luz en mi desierto



Soy como una isla desierta en medio de nada,
como una puerta sin cerrojo que se abre y sola se cierra,
siempre expectante, alerta siempre, en continua espera,
olvidado por las risas, aparcado en amores, esa es mi vida.

Vida de soledad seductora que con los nudillos me golpea
cautivo en mis años de melancólica pobreza,
pobreza en mis sentimientos, burda flaqueza,
por no atreverme a salir de mi encierro, ganando la pelea.

Desierto que al alma asfixia, y corroe el corazón,
mucha filosofía para atarme la mente en nudos gordianos,
y no perderme en paranoias y demencias de la sin razón,
sólo porque me falta el cariño de los enlazados enamorados.

Plegarias elevo para que una caminante se pierda en mi puerta,
para ver una cara bonita y no mi rostro seco y amargado,
abrazado quedo a mis sueños en mi isla desierta,
quedo esperando que la puerta se abra bajo el cielo estrellado.

Y se abrió sola, y la luz volvió a entrar en mi desierto,
mis plegarias tuvieron eco en las alturas estrelladas,
por fin una caminante se perdía y me pedía sustento,
por fin mi isla florecía en medio de secas ensenadas.

Suave y hermosa como golondrina viajera,
pusimos nuestro nido en ciudades de gente abarrotadas,
ya no más islas en mi mente, pues éstas quedaron olvidadas.
gracias al amor que llamó a mi puerta, terminó mi espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario