miércoles, 8 de septiembre de 2010

Encarceladas de por vida


No entiendo por qué me enjaulan
en esta reducida prisión sin visión,
no comprendo las leyes espirituales
que quieren imponer los hombres

Mejor estar en el infierno verdadero;
al menos eres libre
de andar por donde quieras,
sin cuerpo ya no te pesa el atuendo
que a rastras llevas cono si fuera mi entierro.

Más de una nos preguntamos
¿qué les hicimos a los hombres,
a nuestros maridos y nuestros padres
para soportar tan pesada carga de por vida?.

¿De verdad que somos tan inferiores
a los demonios incultos que nos guían?.

Nuestras voces suenan cavernosas
por falta de aire puro,
nuestros ojos empequeñecen y pierden visión periférica
de tanto fijarnos a través de barrotes del mismo vestido...
Cárcel de nuestro destino vendido.

El fuego eterno les persigue;
por las malas interpretaciones... a su gusto y rigor
que de las sagradas escrituras hacen su conducta
estos endemoniados engreídos con su falso saber y mínimo pudor.

Así nunca dejan que sepamos la verdad que se esconde
detrás de bellos salmos y parábolas de sabiduría,
mal utilizadas por estos demonios y su código fanático,
dictatorial, violento y radical.

Viven todavía en un pasado chauvinista
intransigente con sus féminas,
o sea... xenófobo con ellas.

No pueden soportar;
que les podamos aventajar en cualquier ciencia
incluida la interpretación de las escrituras,
llegarían a descubrir el juego del ocultamiento
que siguen practicando hoy día,
manteniendo el miedo latente en nuestras mentes,
así siempre... somos obedientes.

¡ Un grito de impotencia y dolor
que de nuestras entrañas sale!

¡ Un grito al mundo sin vestimentas carcelarias
se oye desde todos los confines del orbe!.

¡ No somos esclavas de nadie!.

Ni de hombres,
ni de demonios con ropajes de santos eruditos
pero con un interior que aterroriza y subyuga,
posesiona lo más precioso y valioso del ser humano...
Nuestra libertad y el amor de todo hermano.

Pd. otra denuncia a gritos
para que de eco en eco
traspase los cerebros y corazones
de estos hermanos en sus terribles equivocaciones.

1 comentario:

  1. sergio escribes como los ángeles, en un mundo por desgracia oscuro, egoísta, dominado por la codicia desmesurada.

    Cuando el poder alcanza límites tan inhumanos, las barbaries las sufren los seres más indefensos.

    Me uno de corazón a tu poema denuncia.

    Besos de luz y armonía con mezcla de cariño.

    lucecitas

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