Sólo fuego escupían por sus bocas,
mil penalidades pagaréis en los avernales,
sólo unos cuantos elegidos para la gloria
serán salvos de calamidades perpetuas.
El fuego y sus palabras hacían mella,
miradas rojizas profundas atemorizaban,
ovejas blancas vestidas de lobo negro,
amansaban a un rebaño listo para el degolladero.
El miedo al fuego eterno, a la sangre derramada,
el pavor por las palabras escupidas de escándalo,
los demonios poseyendo a pobres indefensos,
atemorizando a la incultura de los pueblos.
Siglos de angustia, de decadencia,
tiempos de infortunio, marchitando esencias,
enfermedades sin nombre, la peste negra,
horror, odios, sangre y venganzas,
con el fuego y la palabra.
Oscuridades que se cebaron de las bondades,
paraíso de la cruz, tridentes y medias lunas,
sangre por sangre, vida por vida,
todo esto nos han traído los vendedores de almas,
los prostituidores de conciencias rancias.
El fuego y la palabra ha sido su elocuencia,
el miedo y el temor ha sido su paranoica existencia,
ya no engañarán más las populares conciencias,
las ovejas han despertado del degolladero,
sabiendo distinguir los lobos con piel de cordero.
mil penalidades pagaréis en los avernales,
sólo unos cuantos elegidos para la gloria
serán salvos de calamidades perpetuas.
El fuego y sus palabras hacían mella,
miradas rojizas profundas atemorizaban,
ovejas blancas vestidas de lobo negro,
amansaban a un rebaño listo para el degolladero.
El miedo al fuego eterno, a la sangre derramada,
el pavor por las palabras escupidas de escándalo,
los demonios poseyendo a pobres indefensos,
atemorizando a la incultura de los pueblos.
Siglos de angustia, de decadencia,
tiempos de infortunio, marchitando esencias,
enfermedades sin nombre, la peste negra,
horror, odios, sangre y venganzas,
con el fuego y la palabra.
Oscuridades que se cebaron de las bondades,
paraíso de la cruz, tridentes y medias lunas,
sangre por sangre, vida por vida,
todo esto nos han traído los vendedores de almas,
los prostituidores de conciencias rancias.
El fuego y la palabra ha sido su elocuencia,
el miedo y el temor ha sido su paranoica existencia,
ya no engañarán más las populares conciencias,
las ovejas han despertado del degolladero,
sabiendo distinguir los lobos con piel de cordero.
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