Atrapado en la vorágine de un negro agujero,
cruzo tan rápido como me deja el pensamiento,
aunque preso en las ondas mentales de mi cerebro,
las distancias se acortan con el sentimiento.
Te veo en mi mente, como si estuviera presente,
lágrimas que recorren a cascadas formando torrente,
la emoción me embarga consciente de tu recuerdo,
que hasta la sangre la oigo circular como riendo.
Es tán viva tu presencia, que huelo tu esencia,
penetrando en mis sentires, perfumando mi estancia,
con olores de flores de pasión, embriagándome la emoción,
cerrando las ventanas para que dure la poción.
Misterios de la mente que el amor delata,
y que no me veo capáz de decir ¡yá basta!,
embriagado por tus visones constantes,
me recreo en mis recuerdos somatizantes.
Viviré con ellos el resto de mi terrenal vida,
esperando encontrarte en el umbral de la muerte,
recuperando con suerte, lo que perdimos y no
pudimos experimentar juntos en nuestra vida.
cruzo tan rápido como me deja el pensamiento,
aunque preso en las ondas mentales de mi cerebro,
las distancias se acortan con el sentimiento.
Te veo en mi mente, como si estuviera presente,
lágrimas que recorren a cascadas formando torrente,
la emoción me embarga consciente de tu recuerdo,
que hasta la sangre la oigo circular como riendo.
Es tán viva tu presencia, que huelo tu esencia,
penetrando en mis sentires, perfumando mi estancia,
con olores de flores de pasión, embriagándome la emoción,
cerrando las ventanas para que dure la poción.
Misterios de la mente que el amor delata,
y que no me veo capáz de decir ¡yá basta!,
embriagado por tus visones constantes,
me recreo en mis recuerdos somatizantes.
Viviré con ellos el resto de mi terrenal vida,
esperando encontrarte en el umbral de la muerte,
recuperando con suerte, lo que perdimos y no
pudimos experimentar juntos en nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario