Una serenata nocturna bailaremos,
a la luz de la Luna en la noche oscura,
con alfombras de ramilletes floridos
y las olas del mar como partitura.
Un recuerdo de cuando nos conocimos
como almas gemelas coincidimos,
los ojos hablaban pero callados
como sonidos de lejanos mundos.
Noches de vela, luces de estrellas,
intercambio en sentires y pensares,
efluvios invisibles de nuestros amores
nos traspasaban como fugaces centellas.
Como embelesados en un trance sensorial
nuestra sensualidad tomo forma natural,
con pasividad dejamos su puerta abierta
y la noche se torno una amante cierta.
Una y mil veces bajo la noche selenita,
bailaremos hasta que su luz quede extinta,
nos fusionaremos en un mar de blancas espumas,
con partituras de valses y serenatas nocturnas.
a la luz de la Luna en la noche oscura,
con alfombras de ramilletes floridos
y las olas del mar como partitura.
Un recuerdo de cuando nos conocimos
como almas gemelas coincidimos,
los ojos hablaban pero callados
como sonidos de lejanos mundos.
Noches de vela, luces de estrellas,
intercambio en sentires y pensares,
efluvios invisibles de nuestros amores
nos traspasaban como fugaces centellas.
Como embelesados en un trance sensorial
nuestra sensualidad tomo forma natural,
con pasividad dejamos su puerta abierta
y la noche se torno una amante cierta.
Una y mil veces bajo la noche selenita,
bailaremos hasta que su luz quede extinta,
nos fusionaremos en un mar de blancas espumas,
con partituras de valses y serenatas nocturnas.
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