Siento vergüenza de que me consideren...
enemigo, por el simple hecho de ejercer una protesta democrática,
por el simple hecho de plantar cara a hermanos armados con escudos y porras.
Siento vergüenza de que gente perteneciente al pueblo llano,
se equiparen a dioses de piedra y mármol
solo porque su ego no les quepa en su mano.
Siento vergüenza de aquellos pobres seres
que solo saben emplear la fuerza del látigo
porque no saben gestionar...
La fuerza del diálogo.
Siento vergüenza de haber vuelto atrás en el tiempo
en un ambiente hostil y asfixiante
como si lo primario en el hombre hubiese triunfado
ante el razonamiento, la lógica y el sentimiento más espiritualizado.
Siento vergüenza... hasta de la misma vergüenza que siento,
por llamarme hermano, de los que a hierro y lenguas de fuego
destruyen lo más preciado de la creación...
La esperanza de crear un mundo juntos como hermanos...
no como enemigos.
Mi querido amigo, sin duda alguna este sentir muchos lo poseemos, ya que no es posible que nos llamemos hermanos si entre nosotros a hierro ejercemos.
ResponderEliminarTe mando un abrazo con mucho cariño Emuletero.
Dios te bendiga en cada momento.
Maravillosa narración de lo que es una realidad del día a día, es un placer pasar por tú rincón.
ResponderEliminarBesos de luz y cariño.
Lucecitas.
Así estamos en este país,
ResponderEliminarpero habrá que seguir luchando hasta que nos escuchen,
se sabe que será muy difícil, pero no nos queda otra.
Un placer siempre pasar a leerte, besos desde mi distancia.
cuídate mucho.