sábado, 8 de enero de 2011

Éxtasis


No tuerce más el viento, mis ademanes místicos,
que sentado en el crepúsculo, trazo con las auroras,
invocando la música de las esferas
junto a un caleidoscopio de colores nunca vistos.

Solo las luciérnagas y el cantar de los grillos
son los acompañantes de la eterna calma congelada,
sembrando las simientes de un éxtasis inconsciente prolongado
en unión con el púlsar de todo lo creado.

In crescendo el ritmo de mi corazón y su sonido
como el tam-tam de un tambor sin pausa,
desenfocando la visión de mis pupilas
según los efluvios que lanzan las auras.

Nada está inerte en lo que observo,
todo danza al ritmo que marca el universo cósmico
vibrando según las escalas tonales de mi yo evolutivo...
Fusionándose con mi biorritmo interno.

Inmanencia con la naturaleza de la que todos formamos el Uno
intrínsecamente unidos por cuerdas incorruptas
tensadas por el artífice del compuesto esencial...
Indispensable para la comprensión del ADN, en código secuencial.

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