Unidos codo con codo

Somos hijos e hijas de nuestros destinos,
caminantes erguidos o arrastrados,
codo con codo o a codazos como soldados,
sembrando y cosechando nuestros desatinos.

No sabemos vivir en equilibrio e igualdad,
el más fuerte pisa la cabeza del más débil,
¡vaya quimera! queriendo todos vivir en sociedad,
mientras hay dueños y esclavos ¡que cinismo más vil!

Unidos a leyes humanas corruptas,
hundidos hasta la cintura, del deber y no hacer,
de lo permitido, lo prohibido, el rito y las fórmulas,
la sensatez y la locura del tener y poseer.

Muchos quisiéramos vivir sin fronteras,
con la quietud, sin banderas ni falsas barreras,
con la sonrisa del hermano que tenemos en frente,
sin pensar que de espaldas pueda dispararte.

Codo con codo algún día llegaremos a vivir,
aunque tres siglos pasen con mal porvenir,
la humanidad está condenada a entenderse,
el Creador dictó sentencia para amarse.