jueves, 23 de diciembre de 2010
En memoria, a un gran amigo
Gran amigo que en cenizas te disuelves,
ya esperaste demasiado tu turno sufriente
ganándote el universo pacientemente.
Tu mujer y tu hija te esperan sonrientes
lágrimas como perlas resbalan cristalinas
dándote las fuerzas y la luz que necesitas.
Corta vida, pero intensamente experimentada
siempre queriendo volar y volar más alto que los demás,
como alcaraván en vuelo libre a ras en una ensenada.
Amigo de todos los que te rodeaban,
hiciste de tu invalidez un ejemplo de esperanza...
Esperanza para todos los que en tí, confiaban.
¡Ve con el Universo protector, amigo mío!.
Descansa en las praderas verdes con tu familia
que merecido lo tienes por estos años de ausencias y nostalgias,
¡descansa y regocíjate!,
olvida tu llanto, tu aflicción, la oscuridad de la mente.
El otro lado te espera impaciente;
un más allá consciente
un estadio de la mente en perfecto equilibrio
desarrollando tus capacidades espirituales,
siendo el amor por tu familia presente
el principal antídoto contra los recuerdos...
Demasiado fuertes en tus procesos internos disolventes.
Ve y no mires tus infortunios vividos,
saborea la libertad del ahora mismo,
la eternidad del no-tiempo te espera para reflexionar,
siendo el amor...
Lo único que debes ambicionar.
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