domingo, 1 de noviembre de 2009

La dama de la noche



Cuenta la leyenda,
que en noches de Luna Negra,
por caminos y senderos,
se oyen susurros, penas y lamentos,
triste agonía de un espectro
que no encuentra a sus deudos.

Locos visionarios, como ella,
se los llevaron al psiquiátrico,
atados con cadenas día y noche,
sufriendo castigos y penitencias.

Sólo por ser diferentes,
sólo por vislumbrar
lo que otros no podían imaginar.

¡Brujos o videntes!,

les hicieron temer
a un pueblo inculto
en este menester.

El cura no les aceptaba,
poseídos para él...estaban,
Satanás anda cazando decían
incautos ateos como estos;
y los maldecían,
les escupían,
mil insultos proferían.

Delirios de una sociedad fanática,
que solo a la religión obedecía.

Terminaron en el psiquiátrico
por orden gubernativa,
como asesinos
de la peor calaña,
como posesos
por los peores espectros.

Murieron los hijos del fanatismo,
murió la madre por paroxismo
de tanto sufrimiento
por ver tanto tormento.

Y por las noches una Dama
vestida de riguroso negro,
va gimiendo,
llorando por los caminos del pueblo
cerca del antiguo psiquiátrico,
como alma en pena,
en un continúo peregrinar,
llamando a sus hijos
a la sangre de su sangre,
en su continúo caminar.

Dicen que los lobos son sus compañeros,
que las lechuzas cantan a su pesar,
consolándola las criaturas de la noche
en su continúo llorar.

No clama venganza,
por su sangre derramada,
no quiere justicia,
aunque se la mereciera,

solo ver a sus hijos...
es lo que la Dama más quisiera.

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