domingo, 13 de junio de 2010

Melancólico razonamiento


La melancolía invade mi corazón
pues no entiendo al hombre y su razón.

No comprendo su malestar entre sus congéneres
odiándose a muerte, disparándose después,
sin razón aparente ni oráculo que dictamine
actos penitentes ni sacrificios en barbaries.

Percibiendo una oquedad tan inmensa
como el agujero de ozono,
mientras sombras dantescas bailan
al son de trompetas siniestras,
reanunciando el apocalipsis desterrado.

No concibo que sigamos participando ignorantes
en la diseminación del infierno de Hades
penando una y otra vez nuestros errores,
casi siempre los mismos............
como poseídos por los mismos pensamientos mecanizados.

Esperaba más luz y evolución en este siglo,
pero los karmas individuales y colectivos
se acumulan en creciente espiral eternizada,
y las reparaciones son un continuo arrastrarse
por lodazales de enfermedades y otras discapacidades.

A menos que cambiemos nuestra conciencia
y enfoquemos nuestra razón junto con el corazón,
recalibrando nuestras actitudes malignas intrínsecas,
este planeta nuestro, deambulará como cometa
en las universales leyes del destrozar y reparar,
del sabotear, odiar, robar, y maldecir hasta reventar,
para más tarde tener que por evolución ........amar.

Lástima que tardemos tanto en racapacitar
nos ahorraríamos el tener que encarnar y encarnar,
sufrir y más sufrir,
reparar y construir,
para en eones de tiempo cósmico
gozar de la plenitud en justicia,
una vez aprendida la evolución y su ciencia.

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