sábado, 5 de diciembre de 2009

Una herida menos grave que la anterior


Como una herida que cicatriza la anterior,
la que del alma en pesares se derrumbó
siendo mi fortaleza inexpugnable, quebrada,
todas las murallas internas, traspasadas,
vencidas, mancilladas y ultrajadas.

No conminaré a los elementos de castigo
ni para mí, ni para mi amor perdido,
no convocaré a mis sentimientos soterrados;
fieles testigos mudos de mi torpeza
de mi poca templanza y mi soberbia,
por no ver lo que otros sí, podían prever.

No resucitaré la vieja herida,
que el tiempo logró acallar en silencio,
un silencio espeso y palpable
como sombras en la noche,
desafiantes, hipócritas....
de risas fáciles.

Ya no más pérfidas traiciones
de mis pensamientos y elucubraciones,
traidores a ultranza de mi conciencia trastocada.

La nueva herida sanará
sin dejar huella en el tiempo,
sin que la distancia haga mella en mí,
pasando como leve brisa de levante
acariciando suavemente mi ser
recibiéndola con placer.

Ella será mi recordatorio del amor y la amistad
que aún le profeso,
sin mentales devaneos,
sin mensajes inertes,
solo armonía y paz,
y recordarla con cariño.......
solo eso deseo.

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