En un cuadro te encontré,
prendida de la pared de un museo,
semi desnuda abrazada a tu ausencia,
con ojos entornados reclamando su presencia.
¡Oh!, mujer de lindos tapices,
de óleos perfumados,
vestida sólo con la dorada Luna,
enamoras con tu melena caída
sobre mullida cama, de sábanas de raso.
Medio escondida por cojines aterciopelados,
como escondiendo tus desnudeces,
que ni Goya pintara a su maja
con tal belleza de matices.
¡Oh!, mujer de la noche,
mariposas revolotean en mi vientre,
no se si existe tal belleza verdadera,
pero tu pintor la hizo perfecta.
Mujer de mis sueños,
Eva de los pinceles,
te has adueñado de mi alma,
y yo he perdido mi ansiada calma.
prendida de la pared de un museo,
semi desnuda abrazada a tu ausencia,
con ojos entornados reclamando su presencia.
¡Oh!, mujer de lindos tapices,
de óleos perfumados,
vestida sólo con la dorada Luna,
enamoras con tu melena caída
sobre mullida cama, de sábanas de raso.
Medio escondida por cojines aterciopelados,
como escondiendo tus desnudeces,
que ni Goya pintara a su maja
con tal belleza de matices.
¡Oh!, mujer de la noche,
mariposas revolotean en mi vientre,
no se si existe tal belleza verdadera,
pero tu pintor la hizo perfecta.
Mujer de mis sueños,
Eva de los pinceles,
te has adueñado de mi alma,
y yo he perdido mi ansiada calma.
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