Historias macabras,
casas encantadas,
espíritus errantes,
¿fantasmas?.
El terror se adueña de la casa,
objetos que se desplazan,
luces que se encienden y apagan
originadas por fuerzas descomunales,
¿entidades no amigables?.
Murmullos,
susurros,
suspiros,
pasos
errando en la noche,
vientos helados
como soplos escalofriantes.
Raps sin saber de donde,
sombras que paredes traspasan,
quejidos,
lamentos,
¡gritos en la oscura noche!.
Sin poder descansar de día,
sin dormir al crepúsculo,
aparecen poco a poco las fobias,
los miedos,
las paranoias.
Una familia está trastocada,
sufriendo estos diarios ataques,
el pánico se apodera de sus habitantes,
difícil se hace la vida.
Los más fuertes quieren enfrentarse,
los débiles marcharse
y los pequeños.....
Se les enrojecen los ojos
destellos corren por sus cabellos,
una voz grave
batiendo sus cuerdas vocales,
¡Marcharos de mi casa!
Fuerzas magnéticas se desatan,
todo lo eléctrico se apaga,
la oscuridad toma posesión
y la obsesión su reinado.
Fenómenos que han ganado su partida
a la ignorancia y al miedo,
agentes desconocidos
de un poder sobrenatural
que pocos entendemos.
Pero la verdad está ahí esperándonos,
sólo falta abrirse a ella
con nuestro corazón y mente.
No son fenómenos extraños,
los extraños somos nosotros mismos.
casas encantadas,
espíritus errantes,
¿fantasmas?.
El terror se adueña de la casa,
objetos que se desplazan,
luces que se encienden y apagan
originadas por fuerzas descomunales,
¿entidades no amigables?.
Murmullos,
susurros,
suspiros,
pasos
errando en la noche,
vientos helados
como soplos escalofriantes.
Raps sin saber de donde,
sombras que paredes traspasan,
quejidos,
lamentos,
¡gritos en la oscura noche!.
Sin poder descansar de día,
sin dormir al crepúsculo,
aparecen poco a poco las fobias,
los miedos,
las paranoias.
Una familia está trastocada,
sufriendo estos diarios ataques,
el pánico se apodera de sus habitantes,
difícil se hace la vida.
Los más fuertes quieren enfrentarse,
los débiles marcharse
y los pequeños.....
Se les enrojecen los ojos
destellos corren por sus cabellos,
una voz grave
batiendo sus cuerdas vocales,
¡Marcharos de mi casa!
Fuerzas magnéticas se desatan,
todo lo eléctrico se apaga,
la oscuridad toma posesión
y la obsesión su reinado.
Fenómenos que han ganado su partida
a la ignorancia y al miedo,
agentes desconocidos
de un poder sobrenatural
que pocos entendemos.
Pero la verdad está ahí esperándonos,
sólo falta abrirse a ella
con nuestro corazón y mente.
No son fenómenos extraños,
los extraños somos nosotros mismos.
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