sábado, 3 de octubre de 2009

Amor de primavera



Sujetas tengo tus manos,
ante la imposibilidad de retenerte,
eres como el viento que sopla en los páramos,
nunca quieto ni en levante ni poniente.

Si me dejas, ni planeo, ni vuelo,
soy como el ave maltrecha y herida,
sin dueña que me levante del suelo,
ni besos que curen mi alma dolida.

Has sido mi refugio, mi consuelo,
la flor de mi primera primavera,
he sentido tus besos y tu boca entera,
traspasando tu mirada oculta tras un velo.

Tu entereza era mi fortaleza,
tu energía era la savia de mi existencia,
tu cuerpo dispuesto a la complacencia,
era suave, como un viento sin fuerza.

Sujeta te tengo entera,
no te vayas y me dejes la vida lastimera,
sin ti sería un velero a contracorriente,
contigo mi vida volvería a sonreír plácidamente.

Quédate, ya te irás otra primavera,
vivamos el presente eternamente,
deja de vivir otra falsa quimera,
el amor tiene sus puertas abiertas
permanentemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario