Dialoga el odio a gritos, el amor en susurros,
como quién no quisiera compartir lo sentido,
ambos tienen su origen en la misma simiente,
el temor a lo perdido, y la armonía de lo que tienes.
Una incógnita para quien hizo las quimeras,
los sueños con su mágica realidad,
para quien necesitó de vivir fantasías,
y el que eligió vivir con los pies su necesidad.
Vivamos y compartamos nuestra ceguera,
que no hay que odiar ni maldecir la vida,
la luz sigue llamando a nuestra puerta,
quitémosle la cerradura a nuestro corazón.
No más palabras como odio, no más melancolías,
la esperanza logrará arrancar nuestras amarguras
y las rosas volverán a brotar en el jardín del amor,
volviendo todo a su justo lugar, la ausencia del dolor.
Tenemos tanto por vivir y no podemos pasar odiando,
soñemos como locos amantes que todo irá mejorando,
el amor ya no será un susurro, será un grito a nuestra alma,
que dormida esta despertará como despunta el Sol al alba.
como quién no quisiera compartir lo sentido,
ambos tienen su origen en la misma simiente,
el temor a lo perdido, y la armonía de lo que tienes.
Una incógnita para quien hizo las quimeras,
los sueños con su mágica realidad,
para quien necesitó de vivir fantasías,
y el que eligió vivir con los pies su necesidad.
Vivamos y compartamos nuestra ceguera,
que no hay que odiar ni maldecir la vida,
la luz sigue llamando a nuestra puerta,
quitémosle la cerradura a nuestro corazón.
No más palabras como odio, no más melancolías,
la esperanza logrará arrancar nuestras amarguras
y las rosas volverán a brotar en el jardín del amor,
volviendo todo a su justo lugar, la ausencia del dolor.
Tenemos tanto por vivir y no podemos pasar odiando,
soñemos como locos amantes que todo irá mejorando,
el amor ya no será un susurro, será un grito a nuestra alma,
que dormida esta despertará como despunta el Sol al alba.
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