
Olvidando hasta los olvidos
en el epígrafe de mi existencia,
vaciada en el río del Hades
en mortuoria procesión
de mis neuronas colapsadas.
En un lapsus continuo
del ser y la nada
en ambiciosa reciprocidad,
que a veces no distingo
la realidad de la inexistencia.
Mi mente es un torbellino de voces
de sonidos en eco permanente,
un galimatías de restos ectoplásmicos
transportándome a estados febriles,
donde el no-ser gobierna...
expulsando a mi yo en tempestuosa galerna.
Estos estados alterados de la consciencia
suprimen toda función física y psíquica,
delirantes resquicios de un tiempo
medido en eones cósmicos,
donde la mente y la materia
son una masa amorfa
sin volumen definido,
sin un yo concebido.
Aprender a dominar ese yo
es tarea impuesta a todo ser
en múltiples reencarnaciones,
arrastrando el lastre que provoca...
nuestras innumerables equivocaciones.
Hola Sergio:
ResponderEliminarPaso a deleitarme con tu colección de poemas, y a leer tu más reciente creación.
Saludos cordiales,
El Armador de Sonetos.