Todo era una oscuridad siniestra,
no paraba de caer lluvia,
veinticuatro horas seguidas,
desde mi ventana todo lo veía.
No se si parecería un infierno de Dante,
pero se le asemejaba,
peleas y sirenas por doquier,
gritos y golpes hasta el amanecer,
no había control,
mejor era un sin vivir descontrolado.
¿Este era el futuro pronosticado,
estas eran las promesas vociferadas?.
Un mundo caos,
un orbe siempre en guerra,
con el mismo poder en primera línea
y los mismos pobres en el subsuelo,
viviendo a duras penas.
Parecía una novela de George Orwell,
todos vigilados por el Gran Hermano,
maniatados en nuestras neuronas mentales,
para regocijo de nuestros propietarios.
Sólo trabajo en cadena,
más parecía una condena expiada,
sin libros, sin ocio, sin cultura,
sólo la pantalla del hermano
mostrando siempre lo peor de nosotros.
Me he trasladado hacia un futuro imaginario
observando como funciona este mi tiempo,
al menos que cambiemos las cosas,
al menos que el pueblo tome el poder
desbancando a los poderosos oligarcas,
este será nuestro futuro pronosticado.
Tiempos aciagos nos han tocado en suerte,
el malestar es creciente,
la sangre desborda nuestras copas,
su olor alcanza todos los rincones
haciendo arritmiar nuestros cardiacos corazones.
no paraba de caer lluvia,
veinticuatro horas seguidas,
desde mi ventana todo lo veía.
No se si parecería un infierno de Dante,
pero se le asemejaba,
peleas y sirenas por doquier,
gritos y golpes hasta el amanecer,
no había control,
mejor era un sin vivir descontrolado.
¿Este era el futuro pronosticado,
estas eran las promesas vociferadas?.
Un mundo caos,
un orbe siempre en guerra,
con el mismo poder en primera línea
y los mismos pobres en el subsuelo,
viviendo a duras penas.
Parecía una novela de George Orwell,
todos vigilados por el Gran Hermano,
maniatados en nuestras neuronas mentales,
para regocijo de nuestros propietarios.
Sólo trabajo en cadena,
más parecía una condena expiada,
sin libros, sin ocio, sin cultura,
sólo la pantalla del hermano
mostrando siempre lo peor de nosotros.
Me he trasladado hacia un futuro imaginario
observando como funciona este mi tiempo,
al menos que cambiemos las cosas,
al menos que el pueblo tome el poder
desbancando a los poderosos oligarcas,
este será nuestro futuro pronosticado.
Tiempos aciagos nos han tocado en suerte,
el malestar es creciente,
la sangre desborda nuestras copas,
su olor alcanza todos los rincones
haciendo arritmiar nuestros cardiacos corazones.
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