miércoles, 11 de noviembre de 2009

Nadie se opondrá a nuestro amor



Invoco a mi Musa para contarte en versos lo que te amo,
que ni el mismo padre de los dioses, Zeus,
me ha de arrebatar lo que en justicia nos pertenece,
ni de su hermano Poseidón amenazas he de recibir.

Nacimos libres los dos y con esa libertad continuamos,
no pertenecemos a castas o religiones ninguna,
libres como el mar, con sus dulzuras y bravuras,
libres como las aves, el Sol y la Luna.

Ni Atenea con su carro de guerra,
ni Hera la más poderosa de las diosas,
podrán hacer mella en nuestra consagración
a la naturaleza, nuestra madre eterna.

Oh! Musa del Olimpo, hija de Zeus, atiéndeme
en mis versos y dame la inspiración del poeta,
para que en versos escriba odas a la naturaleza,
para que mis sentimientos alaben su fortaleza.

Oh!, inspiradora y compañera, insúflame pensamientos
recetas y conjuros para que los plasme en versos,
protegiéndonos de los peligros del desamor,
aunque lo que nos una, sea eso...mucho amor.

Una aventura es la vida en pareja, más que la Iliada
más que la Eneida, una aventura que nos atrapa,
que nos une, en un viaje sin retorno, hacia adelante,
en un viaje perenne, eterno, hacia la fuente de la vida.

Con libertad nacimos, con la misma nos amamos
y de la misma forma perpetuaremos nuestro amor,
siguiendo el horizonte, más allá de los campos Elíseos,
después que nos saquemos estos pesados fardos.

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