Lo teníamos todo decían, mientras maldecían,
trabajo, familia, posición, oscuridad y negación,
dolor, enfermedad, crueldad y bendición,
lo teníamos todo, los que murieron decían.
No tenemos nada, sólo oscuridad nos rodea,
nuestros sentimientos y pensamientos nos torturan,
mil imágenes de nuestra vida nos sacuden,
como un barquito en medio de la mar brava.
Estuvimos en nuestro paraíso, hecho a nuestra medida,
sin importarnos si los demás vivirían,
vivíamos felices pisoteando sus simientes,
que los pobrecitos cosechaban por nosotros, los pudientes.
¡Ay!, cuanto lujo acumulamos a costa del inocente
que trabajaba desde las salida del Sol hasta su puesta,
a cambio de promesas supuestas,(incumplidas por supuesto),
quejándose encima de todo, como por vicio y lamento.
Ahora nos vemos en esta oscuridad llena de gritos y suspiros,
sólo hay cuevas con luz de antorchas, y mucho olor fétido,
no entendemos que hacemos en estos parajes infernales,
que ni el mismo Dante con su pluma retratara tantos tormentos.
Será que tuvimos que dar más al que no tenía,
será que teníamos que repartir tanto lujo despilfarrado,
y ahora nos vemos mendigando asistencia, que se nos niega,
como nosotros negábamos el pan al que nos lo pedía.
Prisioneros estamos en estas oquedades de nuestra esencia,
hasta que comprendamos que el amor y la igualdad
son pilares valiosos de nuestra común existencia,
son paraísos de todos...........
no de unos pocos sin conciencia.
trabajo, familia, posición, oscuridad y negación,
dolor, enfermedad, crueldad y bendición,
lo teníamos todo, los que murieron decían.
No tenemos nada, sólo oscuridad nos rodea,
nuestros sentimientos y pensamientos nos torturan,
mil imágenes de nuestra vida nos sacuden,
como un barquito en medio de la mar brava.
Estuvimos en nuestro paraíso, hecho a nuestra medida,
sin importarnos si los demás vivirían,
vivíamos felices pisoteando sus simientes,
que los pobrecitos cosechaban por nosotros, los pudientes.
¡Ay!, cuanto lujo acumulamos a costa del inocente
que trabajaba desde las salida del Sol hasta su puesta,
a cambio de promesas supuestas,(incumplidas por supuesto),
quejándose encima de todo, como por vicio y lamento.
Ahora nos vemos en esta oscuridad llena de gritos y suspiros,
sólo hay cuevas con luz de antorchas, y mucho olor fétido,
no entendemos que hacemos en estos parajes infernales,
que ni el mismo Dante con su pluma retratara tantos tormentos.
Será que tuvimos que dar más al que no tenía,
será que teníamos que repartir tanto lujo despilfarrado,
y ahora nos vemos mendigando asistencia, que se nos niega,
como nosotros negábamos el pan al que nos lo pedía.
Prisioneros estamos en estas oquedades de nuestra esencia,
hasta que comprendamos que el amor y la igualdad
son pilares valiosos de nuestra común existencia,
son paraísos de todos...........
no de unos pocos sin conciencia.
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