jueves, 3 de febrero de 2011
Fantasmas
Llora la vida en mí;
en estertores graves,
pasando a agudos
en melodía soterrada,
en silbidos que escapan
atormentando hasta la muerte,
huyendo de sí misma
para no verme desfallecer,
ni palidecer en coágulos.
Llora un alma en penas;
destrozada por las rabias
en dicotomía neuronal,
no pudiendo captar las alertas
de un yo suplantado...
Por un hereje y rebelde destronado.
Llora un ser desdichado;
pasando de un estado de conciencia
a otro más bajo y viceversa,
como un saltimbanqui veloz
jugándose el todo por la nada,
en partida anímica y temporal...
De un estado mental carencial.
Saboteando continuamente
las opacas alegrías en el combate,
combate contra enemigos furiosos...
clavando sus alfileres de acupuntura
en el averno de mis sentimientos,
en el laberinto de mis euforias y fobias
en constante pugna visceral...
Entre mis delirios y corduras.
Lloro por ellos y por mí;
sin comprender sus limitaciones
ni las maquiavélicas intenciones,
ni las energías que difunden;
logrando amedrantar a desvalidos,
a escuálidos seres sin evolucionar lo suficiente...
Para comprenderles y hacerles frente.
Fantasmas de un pasado
que se hacen presentes eternamente,
sacudiendo ánimas empobrecidas
en subyugación constante,
extenuando sus capacidades sociales
hasta convertirlos en enfermos mentales.
Lloran su estado dislocado;
pues no sabiendo las alternativas a éste,
encumbran a los aventajados de su especie
en simbiosis con los encarnados más desgraciados,
siendo el contacto obnubilado;
ya qué ni los ves, ni les oyes,
solo lloras tus impotencias...
Ante energías incontrolables.
Fantasmas;
seres de universos paralelos
desencarnados del pasado o presente,
indispuestos para un mejor futuro,
viajan como espectros ciegos
en obsesión compulsiva tras energías,
energías que puedan satisfacer sus adicciones,
siendo juguetes sin saberlo...
De sus propias oscuridades.
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