lunes, 28 de febrero de 2011

Ecos


Ya los ecos no encuentran sus reflejos
en manantiales cristalinos como espejos,
han profundizado tanto en tu ser interno
que forman un todo entre mi voz y tu sino.

Tanto es así, que el dolor de la desesperanza
no se debate en oquedades al margen de una zarza,
sus espinas ya no causan heridas incurables
siendo mis moléculas atravesadas por el sonido de tus mantras.

Paz y sosiego entre luces y espirales energéticas
son el alimento que mi aura necesita en oleadas,
ya que el flujo de mis sentimientos, gotea a cada momento,
necesitando de tus continuos acercamientos que lapiden mi tormento.

Tormento que se debate entre tempestades y suaves brisas,
entre vaivenes y círculos concéntricos de mis llantos y sonrisas,
necesitando profundizar en meditación constante para neutralizar...
Las oscuras marañas de mis procesos neuronales a utilizar.

Y todo este galimatías de interiorizaciones y meditaciones
me permite configurar la programación de mis emociones,
yendo más allá de vanos y externos amoríos trasnochados...
vislumbrando la verdad de una relación cósmica y universal...
De un amor sin distancias ni tiempo
en cuerpos y almas nuevos...sin ningún final.

Solo los ecos de tus cantos son en tiempo real.

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