miércoles, 11 de noviembre de 2009

El monstruo pederasta



Naciste en sabanas de algodón,
blanco como tu inmaculada cara,
querido y arropado por miradas sonrientes,
que en ti veían un futuro prometedor.
Feliz como los demás niños,
con ilusiones, juegos y libros,
todo a tu alrededor era dicha,
alegría dulce y armoniosa,
todo era felicidad, no había maldad.
Todo eso de repente cambió,
para pesar tuyo y los tuyos,
un desdichado monstruo se cruzó,
en tu camino dichoso,
de veneno ponzoñoso
alacrán, verde lechoso.
Un humano inhumano desdichado y ruín,
te quitó lo más precioso y valioso,
la sencillez y la bondad infantil,
!que ser más sucio, rastrero y vil!.
Pobre desventurado y mancillado,
han destruido tu ignorancia y la han
transformado en experiencia amarga.
Ya no será el amor una bella esperanza,
no habrá más complacencia ni goce,
ni el amor será de inmaculada belleza.
Han destruido lo más precioso que tenías,
tu infancia, juventud y adolescencia,
al hacerte hombre por rápidos caminos,
ruines ,malvados y peligrosos.
Un estigma lacerante y sangrante,
que tendrás que soportar agonizante,
una cruz pesada como pocas,
todo por la servidumbre de humanos
que son peor que la herrumbre.

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