sábado, 24 de octubre de 2009

Tú y yo



Me seduces con tu fragancia de lilas recién cogidas,
olor penetrante, que transporta el aire que te envuelve,
como las olas del mar embravecidas,
dejas mis entrañas encogidas y amilanadas.

Tu caminar armonioso, deja un paso luminoso,
como si volaras entre gaviotas blancas,
casi sin pisar la hierba fresca, con paso deleitoso,
dejando tras de ti olores de frescas albahacas.

El Sol luce esplendoroso en el horizonte,
quedando en espera del goce y roce de tus manos
que quisiera compartir la felicidad de los momentos,
desde la cumbre hasta el valle como feliz andante.

El viento de levante se alza a tu paso,
con suave brisa y rico rugir cuando caminas,
que yo me siento como Eolo en el ocaso,
bañándonos en auroras engalanadas.

Ven, demos un paseo por caminos inciertos
intercambiemos nuestros llantos y risas,
que son la savia de nuestras vidas,
el amor que une, como Eolo con los vientos.

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