sábado, 3 de octubre de 2009

El amor no es una fecha señalada



No espero fechas señaladas,
ni almanaques sedientos de fiestas,
no espero carta ni cartero,
para decirte lo mucho que te quiero.

No tengo la flecha de un cupido cualquiera,
ni un San Valentín en mi jardín,
sólo tengo una rosa roja de un paladín,
lista para dársela a la mujer que yo quiera.

El amor que se profese a una mujer,
debe de ser como un diario escrito con el corazón,
que todos los días en él se escribe el querer,
y se guarda en un rinconcito de la habitación.

El amor se demuestra día a día, mes tras mes,
no se encuentra a la vuelta de la esquina ,ni del revés,
se fortalece con el tiempo, madurando en el espacio,
sin prisas, sin pausas, pero muy despacio.

La delicadeza, el tacto, los besos y abrazos,
la exploración mutua de los sentidos,
la piel erizada, la pasión desbocada,
son síntomas de una relación afortunada.

El amor es mucho más que una fecha de calendario,
es juventud, es ayuda mutua en la senilidad,
es disfrutar de la vida cada día con la persona amada,
es pasión, fuego, y sobre todo sensibilidad.

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