viernes, 13 de noviembre de 2009

Sé, mi Musa



Deja que los Dioses
acuñen monedas con tu efigie,
que los escultores se inspiren
al ver volar una cigüeña,
y los pintores...
en la Venus del Mar.

Deja que en mis ensoñaciones
se canten las más bellas canciones,
que los faunos toquen sus flautas
y las vestales sus liras.

Que se sirva vino con ambrosía
en copas de cristal finamente tallado,
y guirnaldas de flores silvestres
te coronen en este valle encantado.

Que nos bañemos juntos
con el agua de la vida,
comiendo mientras los frutos maduros
del placer y la suprema dicha.

Deja que te ame en la Luna Llena,
a la luz de una estrella
o en la penumbra de una candela,
seguirías siendo tan hermosa
aunque en la sombra estuvieras.

Deja que me sumerja en el brillo de tus ojos
y beba de sus saladas aguas,
pareciéndose a cascadas luminosas
que reconfortan mis penas
y dan luz a mis alegrías.

Déjame amarte toda entera,
en cuerpo, espíritu y alma,
pues no es una quimera...
es mi esperanza,
es mi sueño hecho realidad.

Acompáñame en estas fantasías versadas,
sé mi Musa inspiradora,
como la genio de la lámpara de mi vida,
alumbra mis diáfanos sentimientos
para que pueda plasmarlos en poesía.........
perpetuándose después de mi partida.

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