sábado, 17 de octubre de 2009

Diálogo con la muerte



He intentado siempre,
mantener mi actitud abierta,
abierta de par en par,
como las puertas de mi mente,
quitando el candado de mi corazón.

He intentado colaborar con el prójimo,
retrasando en lo posible,
que vinieses y sin permiso te lo llevases,
te he plantado cara, espada en ristre,
con toda la fuerza de mi ser
luchando en feroz batalla,
ganando tu la guerra.

He visto llevarte el sustento de familias hambrientas,
tristes soldados con gangrena,
miserables héroes de guerras,
sin importarte ninguno,
sin inmutarte de nada ni nadie,
compañera de todos,

¡que ironía!.

Y cuando te pido que me lleves,
que cortes los hilos de las Parcas,
cuando te pido que mi copa esta desbordada,
que ya no aguanto más,
me sueltas con guasa;

no es tu hora,
cumple tu destino,
es tu karma.

¡Maldita seas!

esperas a que se llene de sangre la Tierra,
de enfermedades contagiosas
como plagas ingominiosas.
esperas dejar huérfanos por doquier,
mutilas,
despedazas carnes,
los huesos se carcomen,
las heridas supuran pus
y las mentes se dislocan.

¿Y me dices que no es mi hora?

¡maldita seas por tu irónica sonrisa!

¡maldita seas por tu asqueroso trabajo!

¡maldita seas por tu cosecha de carne podrida!

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