jueves, 10 de marzo de 2011

Una experiencia más


Cruje el sendero de tablas carcomidas
por donde muchos han caído en el olvido,
con ajados sentimientos envenenados
de tanto reprocharse en sus amores desterrados.

Un precipicio oscuro y sin fondo determinado
donde el silencio es la única voz oída en lamentos,
un denigrante estado inerte, sin espasmos inconscientes,
con la muerte como acompañante de terminales humanos.

Ya no vuelan las mariposas en metáforas esquivas
ni la luz de la luna restablece el equilibrio interno,
estás en los bajos fondos... compañero...
Has sido atrapado entre las garras de tus quimeras.

Y las ilusiones se desvanecen como el humo de un cigarrillo
quedando solo el olor rancio entre tus dedos y tu pecho de lata,
no percibiendo las esencias de las rosas y el verde de la hierba fresca...
Siendo la lavanda y la albahaca saboteadas por la hiedra y la cicuta.

Una experiencia más que plasmar en el libro de la vida,
una distorsión en el camino de tu destino obnubilado
requiriendo grandes esfuerzos para traspasar el velo opaco...
Volviendo a una realidad diáfana en el contínuo peregrinar
por este sendero de espinas y arenas movedizas.

Un experiencia más en tu vida... compañero.

Un apunte más, para evolucionar en este cosmos,
donde la razón de tu existir es el reflejo del universal sentir.

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