Me llegaron tus rosas, ni tus besos ni tus abrazos,
lástima que sus pétalos no sepan besarme,
me dejarás como ellas marchitarme,
con mi dolor y la esperanza rota en mil pedazos.
Si el viento llevase tu perfume,
yo notaría la esencia en el ambiente,
olor a brisa fresca matutina,
cargada de partículas vivas en el aire de poniente.
Sigo esperando con la esperanza de verte,
no a tus cartas ni a tus rosas,
ni siquiera los chismes de la vecina de enfrente,
poco me importan esas cosas.
Necesito tus besos de guindas rojas,
tus abrazos que me hacen estremecer,
ya huelo tu perfume de frescas rosas,
en mi imaginación al amanecer.
No dejes que me marchite,
no dejes mi esperanza rota,
sabes desde la última vez que me viste,
que mi alma sonríe, cuando tu presencia nota.
No más mensajes de excusas vanas,
te espero como en un sueño vivido,
no en el olvido de las pesadillas,
pero sí en el tiempo del amor querido.
lástima que sus pétalos no sepan besarme,
me dejarás como ellas marchitarme,
con mi dolor y la esperanza rota en mil pedazos.
Si el viento llevase tu perfume,
yo notaría la esencia en el ambiente,
olor a brisa fresca matutina,
cargada de partículas vivas en el aire de poniente.
Sigo esperando con la esperanza de verte,
no a tus cartas ni a tus rosas,
ni siquiera los chismes de la vecina de enfrente,
poco me importan esas cosas.
Necesito tus besos de guindas rojas,
tus abrazos que me hacen estremecer,
ya huelo tu perfume de frescas rosas,
en mi imaginación al amanecer.
No dejes que me marchite,
no dejes mi esperanza rota,
sabes desde la última vez que me viste,
que mi alma sonríe, cuando tu presencia nota.
No más mensajes de excusas vanas,
te espero como en un sueño vivido,
no en el olvido de las pesadillas,
pero sí en el tiempo del amor querido.
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