jueves, 19 de agosto de 2010

Ignorantes


Caemos en la ciega melancolía
lloriqueando las pérdidas mundanas
que ya huelen a podridas,
como resurgiendo de una ciénaga
del fluir estancado de la energía.

Inertes como zombis sin cerebro
manejados por ocultos poderes,
agazapados tras nuestras sombras,
manejan nuestros funcionales hilos
a base de miedo, poder o famosismo.

Ignorantes del servilismo más abyecto
agachando la cabeza, besando las manos,
de todo aquel que por cuatro míseras monedas
venden a su hermano a las mafias sin escrúpulos.

Todo por un futuro en tierra de nadie,
en la nada más absoluta,
en la cloaca más putrefacta.

Dejando en sus orígenes;
lacerantes estigmas en los que quedaron,
con un ósculo por la partida
y una esperanza sin vida.

Ignorantes mantenidos medio vivos,
mano de obra barata, más bien esclava,
ignorantes y analfabetos;
buenos corderos para el degolladero
carne barata para los sedientos de riquezas,
gladiadores del siglo dos...
Comandados por crasos terratenientes.

Sangre, trabajo y ultraje,
los lemas del poder dominante.

¡Despertad hermanos!

No somos esclavos ni gladiadores de nadie,
que luchen ellos con sus oscuridades,
sus maldades saldrán a la luz algún día
y no volveréis a ser carne de cordero...
Que pongan ellos su cuello en el degolladero.

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