¡Me puede el stress!.
Como iracundo y malévolo
seguidor de lo débil y febril,
transmutándose a placer en ansiedad,
toma el camino de una pérfida maldad.
Nada lo detiene porque no te das cuenta....
que encima lo tienes,
mofándose de tu precariedad
de tu simpleza y laboriosidad.
¡toma posesión, y ya le perteneces!.
A partir de aquí, mueve tus hilos,
un Pinocho de carne y huesos eres
te seduce con el dinero,
tu sangre hierve por el alcohol,
adicto te hace a las anfetaminas
¡que euforizante te quedas!
Puedes con todo,
nada temes, ni al temor mismo,
conduces a lo bestia,
y te comportas como tal
en el trabajo, con los amigos,
con tu mujer.
Hasta que no te ves perdido,
hasta que no estés en el borde
de tu precipicio,
en el vórtice de tu oscuro y negro agujero,
no te darás cuenta de quien ha manejado tu vida
en esta euforia del vivir......sin vivir,
en una borrachera de adicciones,
malogrando tu ya, precaria vida.
Dejando por el camino tu resquebrajada conciencia
que a gritos inunda tu ser interno,
como ecos vacíos en un páramo yermo
están tus neuronas sin sinapsis,
desconectadas de la realidad externa e interna
no recibiendo mensajes, están como tú.
muertas,
sin percepción ni discernimiento,
en un total aislamiento.
¡Si, tú, el poseído!,
Si no exorcizas a este demonio interno,
podrías llegar a ser un zombi adictivo
a toda clase se sustancias alucinógenas,
convirtiéndote en un enfermo más......
de esta psicopática sociedad.
Como iracundo y malévolo
seguidor de lo débil y febril,
transmutándose a placer en ansiedad,
toma el camino de una pérfida maldad.
Nada lo detiene porque no te das cuenta....
que encima lo tienes,
mofándose de tu precariedad
de tu simpleza y laboriosidad.
¡toma posesión, y ya le perteneces!.
A partir de aquí, mueve tus hilos,
un Pinocho de carne y huesos eres
te seduce con el dinero,
tu sangre hierve por el alcohol,
adicto te hace a las anfetaminas
¡que euforizante te quedas!
Puedes con todo,
nada temes, ni al temor mismo,
conduces a lo bestia,
y te comportas como tal
en el trabajo, con los amigos,
con tu mujer.
Hasta que no te ves perdido,
hasta que no estés en el borde
de tu precipicio,
en el vórtice de tu oscuro y negro agujero,
no te darás cuenta de quien ha manejado tu vida
en esta euforia del vivir......sin vivir,
en una borrachera de adicciones,
malogrando tu ya, precaria vida.
Dejando por el camino tu resquebrajada conciencia
que a gritos inunda tu ser interno,
como ecos vacíos en un páramo yermo
están tus neuronas sin sinapsis,
desconectadas de la realidad externa e interna
no recibiendo mensajes, están como tú.
muertas,
sin percepción ni discernimiento,
en un total aislamiento.
¡Si, tú, el poseído!,
Si no exorcizas a este demonio interno,
podrías llegar a ser un zombi adictivo
a toda clase se sustancias alucinógenas,
convirtiéndote en un enfermo más......
de esta psicopática sociedad.
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