viernes, 13 de noviembre de 2009

Podría hacerte mía



Se que podría robarte mil besos encantados
del jardín de las hespérides,
y ningún hierofante me lo impediría,
a lomos de un unicornio blanco
volaríamos como eolo, por el señorío de la vida.

Se que mil talentos de plata no comprarían
la belleza de tus profundos destellos,
luminarias estrelladas
como soles colgados del Universo.

Ni mil flechas que cupido se atreviera
con mi permiso, darían en el blanco de tu pecho,
en el navegante de tu corazón,
parando el tiempo en un amor perpetuo.

Sólo los más aguerridos
escalando las cumbres de la pasión,
encuentran tus favores en las pócimas,
en las cicutas y ambrosías,
en las mieles y néctares,
que tu amor les hechiza
convirtiéndolos en serviciales pastores
de un rebaño de peleles de ninfas.

Pero no quiero amedrantar más tus dilemas,
ni que tus pasiones exploten como un Vesubio
lanzando dardos como lavas candentes
antes de elegir pretendientes,
antes que amainen tus fuegos internos
y se conviertan en óxidos sulfurosos.

Con mi coraje y mi valor a cuestas,
lucharé contra cualquier bestia
animal, semidiós, o demonio,
a fin de encontrar el antídoto
que te libere de tus adicciones.

El tiempo y el espacio no son nada
la eternidad es mi ensueño,
y yo me considero Emperador......
de mis elucubraciones sin fundamento.

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