domingo, 15 de noviembre de 2009

La muerte de las flores



Las flores ya no crecen lozanas
el astro rey no les llega con toda su intensidad,
al morirse parte del ozono
se exponen a su perniciosa radiación,
abrasadas como una Pompeya cualquiera.

Todo va perdiendo su color
oscureciendo sus tonalidades
por la acción del homo sapiens,
por su avaricia y codicia,
por su estulticia y demencia.

Ennegreciendo con su viscoso manto
de pensamientos y malévolos sentimientos,
todo el orbe,
como oscura brea
de pobreza mental,
de conductas animalizadas,
de oscurantismo social.

Se rebela la natura y sus hijos,
los camposantos se desbordan,
la iniquidad acampa a sus anchas
tomando el poder la vil oscuridad,
reinando la maldad
en detrimento de la humanidad.

Se ralentiza el tiempo
alargándose sus agujas....
hasta el infinito,
se paralizan las mentes
no dejando sinapsis a las neuronas,
sin códigos eléctricos para mensajes
todo es ultraje,
barbarie,
pillaje.

Ya no quedan años para solucionarlo
mientras los corazones anden disecados,
las almas petrificadas,
las mentes en desiertos arenosos,
las conciencias en páramos yermos
y los yoes más internos.............
en serviciales de un poder más satánico
que el poder en sí mismo.

Ya las rosas se marchitan
y en negro se tornan,
así como los tulipanes y otras especies de flores,
pueden ser colores bonitos en el espectro
si no fuese por la noche del alma........
que oscurece al hombre.

Ya las flores se mueren de frío
y sus lágrimas caen.................
a un profundo y seco vacío,
en simbiosis evolutiva
con la involución de parte de nuestra conciencia,
paradigma indescifrable de nuestra ciencia.

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