Te observaba sin mirarte,
a hurtadillas en mi escondite,
durmiendo entre sábanas de lino,
plácida y absorta en tus sueños,
una ninfa me parecías,
sólo duró esa visión un instante.
Siempre he sabido que me guardabas secretos,
sólo con mirarte los ojos,
ese brillo infantil y a la vez complicado
como un enigma indescifrado,
atrapados tras un velo misterioso,
esos ojos, ¡ay!, esos ojos que me tenían atrapado.
¿Que es lo que encierras en tu corazón?,
que no me atrevo a desvelar,
¿que me guardas detrás de tu inocencia?,
que ni siquiera puedo conservar.
Te sigo observando complaciente,
mi palpitar, es un todo destellante,
soy un púlsar de emoción al observarte.
Pero son tus ojos, ¡ay! tus ojos,
los que me llevan por delante,
hechizado,
embrujado,
no sé, ni me importa,
pues de ti sólo estoy enamorado.
a hurtadillas en mi escondite,
durmiendo entre sábanas de lino,
plácida y absorta en tus sueños,
una ninfa me parecías,
sólo duró esa visión un instante.
Siempre he sabido que me guardabas secretos,
sólo con mirarte los ojos,
ese brillo infantil y a la vez complicado
como un enigma indescifrado,
atrapados tras un velo misterioso,
esos ojos, ¡ay!, esos ojos que me tenían atrapado.
¿Que es lo que encierras en tu corazón?,
que no me atrevo a desvelar,
¿que me guardas detrás de tu inocencia?,
que ni siquiera puedo conservar.
Te sigo observando complaciente,
mi palpitar, es un todo destellante,
soy un púlsar de emoción al observarte.
Pero son tus ojos, ¡ay! tus ojos,
los que me llevan por delante,
hechizado,
embrujado,
no sé, ni me importa,
pues de ti sólo estoy enamorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario