domingo, 11 de octubre de 2009

Últimas palabras de un enfermo terminal a su esposa



Si me encuentras muy quedito,
ven despacito y acurrúcate a mi ladito,
déjame dormir la fatiga de este día,
hasta que salga el sol del mediodía.

Cuando despierte, quiero verte engalanada,
con la sonrisa en tus labios y el brillo en tus ojos,
todavía sé apreciar a la mujer y madre de mis hijos,
que el amor unió debajo de una portalada.

Salta, corre, canta,tu vida debe seguir,
que aunque no puedo físicamente continuar,
con el pensamiento lo puedo conseguir,
como almas gemelas podremos sintonizar.

No llores por mí cuando de la vida me despida,
alegrándote de que mi enfermedad haya terminado,
recuérdame con flores, que son la esencia de la vida,
que mi espíritu siempre estará a tu lado.

Por el amor que nos tuvimos te esperaré,
aunque mil años tardes en cruzar la barrera,
sabes que nunca quise a otra en la Tierra,
eres mi alma gemela, tu llegada aguardaré.

Mis bendiciones a toda la familia,
estaré con vosotros cuando me pidáis ayuda,
ni el tiempo ni el espacio serán impedida,
para velar por vosotros con sana alegría.

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