Cuéntame tus lamentos y tormentos,
cuéntame tus desmanes y deshaciertos,
que yo estaré aquí para escucharte,
y viviré contigo para protegerte.
Unamos nuestras vidas en una sola,
compartamos ilusiones y fracasos,
hagamosle frente al futuro, que no estás sola,
y plantemos cara a los mútuos inciertos.
Escuchemos nuestras conciencias,
que son la guía de nuestras vidas,
experiementemos juntos nuestras vivencias,
y compartamos con los demás nuestras experiencias.
Para eso fuimos creados los dos,
para compartir el amor universal,
cumplamos esta gran ley colosal,
de amor y fraternidad entre hermanos.
Ven y desvístete de tus preocupaciones,
desnuda tu alma de sentimientos pesimistas,
vístete con el oro de los alquimistas,
y mantén a raya tus negativas percepciones.
Creemos un mundo nuevo,
donde el bien común sea escuela,
hagamos un nuevo futuro para nuestros hijos,
y que el pasado no les cree ninguna secuela.
Cuéntame tus penas y alegrias,
riámonos de tanta maldad e inmundicia,
grabemos este momento en nuestras vidas,
y desterremos por siempre el desamor y la malicia.
cuéntame tus desmanes y deshaciertos,
que yo estaré aquí para escucharte,
y viviré contigo para protegerte.
Unamos nuestras vidas en una sola,
compartamos ilusiones y fracasos,
hagamosle frente al futuro, que no estás sola,
y plantemos cara a los mútuos inciertos.
Escuchemos nuestras conciencias,
que son la guía de nuestras vidas,
experiementemos juntos nuestras vivencias,
y compartamos con los demás nuestras experiencias.
Para eso fuimos creados los dos,
para compartir el amor universal,
cumplamos esta gran ley colosal,
de amor y fraternidad entre hermanos.
Ven y desvístete de tus preocupaciones,
desnuda tu alma de sentimientos pesimistas,
vístete con el oro de los alquimistas,
y mantén a raya tus negativas percepciones.
Creemos un mundo nuevo,
donde el bien común sea escuela,
hagamos un nuevo futuro para nuestros hijos,
y que el pasado no les cree ninguna secuela.
Cuéntame tus penas y alegrias,
riámonos de tanta maldad e inmundicia,
grabemos este momento en nuestras vidas,
y desterremos por siempre el desamor y la malicia.
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