domingo, 8 de noviembre de 2009

Desahuciados



Desahuciados,
apestosos, hambrientos de mundo,
ni sus gobernantes los quieren,
(marionetas puestas por el imperialismo,
sucedáneos del poder de occidente).

Desahuciados de sus tierras,
de sus mismas gentes,
las mismas estrellas,
el Astro Rey y su Luna
salen igual para ellos,
pero en sus países no los aceptan,
no hay trabajo,
sólo hambruna y miseria.

Persiguiendo sus sueños,
resultan falsas sus quimeras,
las realidades son más podridas,
mentiras que por las ondas les llegan,

¡Mentiras!.

Mentiras y solamente mentiras,
de un bienestar, que no es tal,
de un trabajo inexistente,
todo es pura falacia maquiavélica,
mucha hipocresía existente.

Desahuciados en sus carnes,
pagando ingentes sumas por un sentido
sin sentir,
por un sueño de madera,
sangre que reclama el mar
cada vez que un cayuco navega.

¡Gritos de angustia se oyen!
,
Los muertos de los sargazos
reclaman a sus víctimas,
la sangre corre por las corrientes
de mares contaminados por inocentes
de la maldad y la inmundicia de los hombres.

Sacrílegos de los derechos humanos,
prostituidores de inocentes conciencias,
tenéis el debe muy lleno de sangre
en vuestra cuenta personal,
algún día se os reclamará tanto dolor,
tanto sufrimiento por vuestra iniquidad causado.

¡Preparaos pues!,
que la guadaña de la muerte,
no distingue razas, colores ni castas,
y menos que nada los pudientes,
ni a los traficantes de sangre,
........de sangre inocente.



PD. Aunque desahuciados hay en todo el mundo,
en este poema me refiero más que nada, a los que vienen
en cayucos a cientos, desembarcando en costas europeas,
provenientes del Africa más pobre y muriendo muchos de ellos en mitad
del trayecto por mar.

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