Lo bueno que hay en tí

Eres tú, la luz diurna de un bello amanecer,
y también la puesta de sol de un cálido atardecer,
eres la mar brava, de espuma salpicada,
y la calma total en el agua salada.

Como un volcán a punto de explotar,
y a la vez un suave elíseo rozando tu caminar,
fuego en la palabra y suavidad en la mirada,
eres tú, digna de ser amada.

Caminas entre rosas, apartando espinas,
infundes ánimos donde hay rencillas,
das calor humano, donde el frío atenaza los corazones,
tendiendo puentes entre los fuertes y los débiles.

Con tu nombre de flor, la primavera ensalzas,
con tu esencia, las inquietudes embriagas,
eres digna del jardín de las hespérides,
eres lo más bello y tierno entre todas las especies.

Y como ser humano, siempre tiendes tu mano,
bien recibidos aquellos que a tu puerta llaman,
nunca insatisfechos de esta se van,
ya sean condes o vasallos, todos tienen tu mano,
cualquier persona para ti, es un hermano.