Los desaguisados de unos pocos
no se arreglan pagándolos unos muchos,
las meteduras de pata de los ricos
no tienen que repercutir en el saqueo
a los más desafortunados.
No, Señor presidente;
La crisis financiera y sus consecuencias
son obra de la avaricia y estupidez de un pocos,
avaros enfermos del poder mundano
que llevando una carga demasiado pesada
quieren repartirla con los inocentes...
de todos los contienentes,
así sus penitencias "pobrecillos"
se soportan mejor entre todos.
No, Señor presidente;
¡Clama el pueblo como uno solo!
¡clama justicia el orbe entero!
cada cual que asuma su responsabilidad...
en esta vida,
no pudiendo asumir el pueblo
responsabilidades que nada tienen que ver con él,
no podrá creer usted... que arrime el hombro
cuando nadie de los ricos lo arriman por él.
Ricos y poderosos;
Los auténticos artífices de esta crisis financiera
que han asumido al mundo en el caos más oscuro,
siendo los jinetes de un apocalípsis a corto plazo
provocando un catastrófico presente con un incendiario futuro.
No, Señor presidente;
Si usted es creyente en alguna fe espiritual
verá como los pobres son los más cotizados
en los cielos eternos y canonizados como almas sufrientes y benditas,
nada habla de los ricos y poderosos de este reino material...
donde el lema de la fraternidad, igualdad, solidaridad
es ley, para vivir en cualquier plano espiritual.
No, Señor presidente;
Hagále caso a su conciencia
que le lleve a una catarsis
desprendiendóse de pensamientos y actuaciones nocivas
para que la luz del cosmos penetre sin trabas en su alma...
motor de la evolución universal... para todas las criaturas,
no solo para unas cuantas pseudoelegidas
portadoras de riquezas más allá de lo imaginable
que a golpe de talonario...
Pretenden embaucar hasta las deidades celestiales.
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