
No entiendo por qué me enjaulan
en esta reducida prisión sin visión,
no comprendo las leyes espirituales
que quieren imponer los hombres
Mejor estar en el infierno verdadero;
al menos eres libre
de andar por donde quieras,
sin cuerpo ya no te pesa el atuendo
que a rastras llevas cono si fuera mi entierro.
Más de una nos preguntamos
¿qué les hicimos a los hombres,
a nuestros maridos y nuestros padres
para soportar tan pesada carga de por vida?.
¿De verdad que somos tan inferiores
a los demonios incultos que nos guían?.
Nuestras voces suenan cavernosas
por falta de aire puro,
nuestros ojos empequeñecen y pierden visión periférica
de tanto fijarnos a través de barrotes del mismo vestido...
Cárcel de nuestro destino vendido.
El fuego eterno les persigue;
por las malas interpretaciones... a su gusto y rigor
que de las sagradas escrituras hacen su conducta
estos endemoniados engreídos con su falso saber y mínimo pudor.
Así nunca dejan que sepamos la verdad que se esconde
detrás de bellos salmos y parábolas de sabiduría,
mal utilizadas por estos demonios y su código fanático,
dictatorial, violento y radical.
Viven todavía en un pasado chauvinista
intransigente con sus féminas,
o sea... xenófobo con ellas.
No pueden soportar;
que les podamos aventajar en cualquier ciencia
incluida la interpretación de las escrituras,
llegarían a descubrir el juego del ocultamiento
que siguen practicando hoy día,
manteniendo el miedo latente en nuestras mentes,
así siempre... somos obedientes.
¡ Un grito de impotencia y dolor
que de nuestras entrañas sale!
¡ Un grito al mundo sin vestimentas carcelarias
se oye desde todos los confines del orbe!.
¡ No somos esclavas de nadie!.
Ni de hombres,
ni de demonios con ropajes de santos eruditos
pero con un interior que aterroriza y subyuga,
posesiona lo más precioso y valioso del ser humano...
Nuestra libertad y el amor de todo hermano.
Pd. otra denuncia a gritos
para que de eco en eco
traspase los cerebros y corazones
de estos hermanos en sus terribles equivocaciones.